La plastilina puede parecer algo muy sintético e «industrial», pero una de las maneras de su fabricación es muy hogareña y comestible, si si, también comestible. Para hacer plastilina necesitaremos:
– 2 tazas de harina.
– 2 tazas de agua.
– 1 taza de sal.
– 2 cucharadas de aceite de girasol (o cualquier otro aceite vegetal).
– 1 cucharada de ácido tartárico (se vende en tiendas de repostería, en sobres o por kilos).
– Colorante alimentario líquido (también se vende en tiendas de repostería en pequeños botes).
El método de elaboración es más bien sencillo, lo podéis ver en este vídeo:
¿Se puede hacer con azúcar?